El ganador del Premio Cervantes 2012 ha sido el chileno Nicanor Parra, el antipoeta. Hay muchas palabras para calificar su poesía pero ninguna será capaz de ilustrar su obra como su propia poesía.
Poeta chileno que, junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda y Vicente Huidobro, está considerado uno de los grandes de la poesía de su país, y una de las mayores voces de la lírica latinoamericana.
Terminó el bachillerato en su
población natal y se trasladó a Santiago para graduarse como profesor
de mecánica teórica y matemáticas. Con una beca del Institute of
International Education estuvo durante tres años en la Universidad de
Brown, en Estados Unidos. De vuelta a su país fue nombrado director
interino de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile (1948)
y un año más tarde, gracias de nuevo a una beca, esta vez del Consejo
Británico, se trasladó hasta Inglaterra, donde permaneció dos años más.
Nicanor Parra
En
1951 regresó a su país para seguir con su labor docente en la
Universidad, hasta que la Fundación Gugenheim le condujo de nuevo a
Estados Unidos con el objeto de continuar sus estudios en el campo de
la física, lo que le supuso una intensa actividad investigadora que no
le impidió desarrollar el ejercicio poético.
Inició su labor literaria en 1937, con la publicación de Cancionero sin nombre, aunque ya en 1935 había aparecido el cuento Gato en el camino, en La Revista Nueva. El Cancionero sin nombre
fue relegado por el propio autor a su prehistoria poética, aunque
destaca por su estilo antihermético, en el ámbito de una corriente que
propugna el retorno a la claridad expresiva.
De 1954 es Poemas y antipoemas, su obra fundamental, compuesta por tres partes: Cantos a lo humano, Poemas y Antipoemas.
En esta obra abandonó su poesía hasta entonces simbólica y
desesperanzada por otra más folclórica, irónica, de acentos
escandalosos y muy vinculada a la realidad. El libro fue acogido como
una obra revolucionaria en el ámbito de la poesía hispanoamericana de
aquellos años. Sobre todo en Chile, dominado entonces por el tono
solemne y grandioso de Neruda, el coloquialismo del autor significó un
profundo cambio e introdujo un modelo alternativo, abierto a la ironía
y el humorismo. La antipoesía planteaba una reacción contra la función
metafísica de la poesía y su sacralización y se adhería a una línea
fundamentalmente antirromántica, comprometida políticamente y
desmitificadora.
A partir de allí se le conoció como el antipoeta por excelencia, lo que tuvo confirmación en La cueca larga
(1958). Esta obra, que alude en su título al ritmo musical chileno por
excelencia, desarrolla el tono antirretórico y popular, abriéndose a
las canciones, también debido a la relación del poeta con su hermana,
la célebre cantautora Violeta Parra.
La década de 1960 fue especialmente activa en cuanto al número de publicaciones de Parra y brillante por sus aciertos. Versos de salón (1962) cambió el sujeto pasivo de los antipoemas por un sujeto activo, muy agresivo y delirantemente enérgico; Discursos, que apareció el mismo año, fue publicado de forma conjunta con Pablo Neruda. Le siguieron Manifiesto (1963) y Deux Poèmes (1963), en edición bilingüe en francés y castellano.
Canciones rusas
(1967) es más elaborado, y alterna la antipoesía con la recuperación
del lirismo con un neosimbolismo intimista. En 1969 la publicación de Obra gruesa
permitió reunir en un solo volumen la "antipoesía" del autor, con la
incorporación de nuevos textos. Ese mismo año obtuvo el Premio Nacional
de Literatura, que le consagró definitivamente.
Para saber algo de su obra solo tienes que seguir el siguiente enlace
amediavoz.com/parra.htm
Para saber algo de su obra solo tienes que seguir el siguiente enlace
amediavoz.com/parra.htm
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